Caballos Criollos
Estancia Santa Elena
CABALLOS CRIOLLOS SANTA HELENA
La estancia Santa Elena se encuentra en el departamento de Cerro Largo a orillas del Río Negro, próxima al Paso Mazangano, lugar desde el cual se puede divisar claramente las Sierras de Aceguá, que delimitan la frontera con Brasil. El establecimiento se dedica a la cría de vacunos, operando conjuntamente con la estancia y cabaña La Alborada, con la particularidad, de que en estos pintorescos campos, se selecciona minuciosamente un plantel de caballos Criollos, raza equina utilizada por la firma para las tareas de campo diarias.
Nuestra Historia
En la década del 80, Gonzalo Arrarte Delmond adquirió esta hermosa estancia perteneciente a la familia Rhon, para adjudicársela años más tarde a su hija Isabel. El antiguo casco de la estancia fue construido a principios del 1900, habiendo sido refugio y posada de caudillos y ejércitos en épocas de las revoluciones de comienzos de siglo XX.
Fue en la búsqueda de un caballo que cumpliera con las exigencias del trabajo de campo que requería su empresa, que Don Gonzalo realizó varios cruzamientos entre caballos de raza Arabe con Criollo. Finalmente, seducido por la funcionalidad, rusticidad y resistencia del caballo criollo, se volcó de lleno por esta raza para trabajar definitivamente junto a su reconocido ganado Hereford. Así fue que en los años 80, adquirió a Fogonazo La Invernada, hijo de Chaparrón La Invernada, un padrillo moro de la reconocida cabaña La Invernada de Plácido Martins, el que dejó una excelente descendencia.
Fue en la búsqueda de un caballo que cumpliera con las exigencias del trabajo de campo que requería su empresa, que Don Gonzalo realizó varios cruzamientos entre caballos de raza Arabe con Criollo. Finalmente, seducido por la funcionalidad, rusticidad y resistencia del caballo criollo, se volcó de lleno por esta raza para trabajar definitivamente junto a su reconocido ganado Hereford. Así fue que en los años 80, adquirió a Fogonazo La Invernada, hijo de Chaparrón La Invernada, un padrillo moro de la reconocida cabaña La Invernada de Plácido Martins, el que dejó una excelente descendencia.
Años más tarde, Isabel Arrarte y sus hijos Ricardo y Gonzalo Reilly, adquirieron varias yeguas de cabaña La Cordillera de Humberto Viñoles entre las que se destacaba Cumba Cuarteador una rosilla gateada hija de Sacrificio La Invernada. También adquirieron al formidable padrillo Facón Salvaje un zaino malacara hijo de Ocho Estudiante, un caballo con ascendencia chilena, perteneciente al Sr. Anastasio Gamarra.
Así es que luego de un tiempo, del cerno de este plantel, nació Encendida Salvaje, una yegua tordilla de excelente andar, y Sacrificio Salvaje, un gateado rosillo de galope incansable y de grandes condiciones para el duro trabajo de campo. La cabaña participa de marchas funcionales y raíds hípicos vinculados a la raza.
Así es que luego de un tiempo, del cerno de este plantel, nació Encendida Salvaje, una yegua tordilla de excelente andar, y Sacrificio Salvaje, un gateado rosillo de galope incansable y de grandes condiciones para el duro trabajo de campo. La cabaña participa de marchas funcionales y raíds hípicos vinculados a la raza.
En el años 2013, la firma concretó la compra de Chifle La Invernada, un padrillo moro rosillo, de histórica descendencia. Se trata de un hijo de Poncho e´ Lana La Invernada y nieto de Mate Amargo. Por el lado materno, conjuga las reconocidas sangres de Halcón y Xingú La Invernada. De esta manera se combinan varias de las mejores líneas de sangre de La Invernada, continuado un consistente camino de selección.
Así es que en medio de un paisaje soñado, en perfecta sintonía con la naturaleza, rodeado de montes nativos y campos con costa al Río Negro, se seleccionan cuidadosamente las madres y padrillos que a través de su descendencia conforman las funcionales tropillas y manadas de las estancias Santa Elena y La Alborada.
Así es que en medio de un paisaje soñado, en perfecta sintonía con la naturaleza, rodeado de montes nativos y campos con costa al Río Negro, se seleccionan cuidadosamente las madres y padrillos que a través de su descendencia conforman las funcionales tropillas y manadas de las estancias Santa Elena y La Alborada.